¡Alicia Fernández!
María & Jud
Érase una vez un reino muy, muy lejano donde un príncipe premió a un mago por ayudar a rescatar a una joven en apuros.
Encantador. Lástima que nada de esto sea verdad.
En realidad, el príncipe sueña con gloria y venganza; el mago, con que sus hechizos no sean siempre un desastre y la joven en apuros, con huir de un pasado que la atormenta... y del recuerdo del hombre al que ha matado.
Érase una vez...
Para ser un héroe sólo se necesita un corazón valiente. O eso dicen.
- Odiaría pensar que te has perdido en tu propio reino, pero... ¿Estás seguro de que esto es un atajo?
No es que yo sepa mucho acerca de ello, claro, pero se supone que... el romance es... ¿equilibrio? Es querer a alguien como esa persona te quiere a ti..., ni menos ni más...
Nunca podré cambiar lo que fui, pero está en mis manos convertirme ahora en lo que quiero ser.
La supervivencia de la humanidad pende de un hilo, pero Beck, un héroe mortal, está decidido a salvar el mundo y a rescatar a su verdadero amor. Para conseguirlo busca la ayuda del poderoso dios Horus, con el que establecerá una alianza contra Set, el despiadado dios de la oscuridad que ha usurpado el trono de Egipto, sumiendo al país en el caos. Para ganar la batalla contra Set y sus secuaces tendrán que someterse a terribles pruebas de valentía y sacrificio. (FILMAFFINITY)
Louisa Clark sabe muchas cosas. Sabe cuántos pasos hay entre la parada del autobús y su casa. Sabe que le gusta trabajar en el café Buttered Bun y sabe que quizá no quiera a su novio Patrick.
Lo que Lou no sabe es que está a punto de perder su trabajo o que son sus pequeñas rutinas las que la mantienen en su sano juicio.
Will Traynor sabe que un accidente de moto se llevó sus ganas de vivir. Sabe que ahora todo le parece insignificante y triste y sabe exactamente cómo va a solucionarlo.
Lo que Will no sabe es que Lou está a punto de irrumpir en su mundo con una explosión de color.
Y ninguno de los dos sabe que va a cambiar al otro para siempre.
Yo antes de ti reúne a dos personas que no podrían tener menos en común en una novela conmovedoramente romántica con una pregunta: ¿Qué decidirías cuando hacer feliz a la persona a la que amas significa también destrozarte el corazón?
-¿Sabes?, en realidad solo podemos ayudar a alguien que quiere ser ayudado -dijo.
- Dios santo -dijo mi padre-. ¿Te lo imaginas? Como si acabar en una silla de ruedas no fuera ya castigo suficiente luego aparece Lou para hacerte compañía.
Hay horas normales y hay horas yermas, en las que el tiempo se estanca y se desliza, donde la vida (la vida real) solo existe en otro lugar.
- ¿Lo has oído, Bernard? -dijo, tapando el teléfono con media mano-. Le van a pagar por quedarse a dormir.
Oí la exclamación de mi padre:.